sábado, 31 de marzo de 2012

LatinoameRRIIca


Tal vez algunas de las personas que han visitado frecuentemente este espacio se preguntarán por qué no comento mayor cosas (casi nada) sobre las Relaciones Internacionales acá en Colombia, y apenas si menciono los eventos que ocurren en el subcontinente latinoamericano. Por un lado, una de mis ideas con este espacio es visibilizarles a mis coterráneos que existe un mundo más allá de los escuetos aportes de nuestros principales medios noticiosos.

Por otro lado, y no lo digo como excusa sino como incentivo, la misma academia refleja el ensimismamiento propio de nosotros los latinoamericanos, y la verdad sea dicha, consecuencia de esto es que hayan pocos estudios sobre las Relaciones Internacionales entre nuestros países. De acuerdo con este artículo, desde la misma academia estadounidense el enfoque sobre Latinoamérica ha sido más desde la política interna, y limitándose en primer lugar a temas de desarrollo económico y democrático, y a temas de narcotráfico y guerra interna en el segundo; el nivel más macro utilizado es la política comparada, y no se tienen en cuenta los juegos de poder que aquí se dan.

Y es que algo en común que tenemos además del idioma y la mayoría católica, son las ganas de diferenciarnos el uno del otro, y de ahí tal vez el que nos fijemos más en nuestras respectivas políticas internas que en nuestras políticas exteriores. Claro que esto no quiere decir que aquí no se hayan dado estudios de ese campo. Baste observar la formulación de la Teoría de la Dependencia a mediados del siglo pasado, de la cual pareciese que se desprendiera el Realismo Periférico propuesto por el profesor argentino Carlos Escudé, que a su vez algunos podrían argumentar que se trata de una academización de la doctrina del réspice polum iniciada por el presidente colombiano Marco Fidel Suárez en la década de 1920.

Así mismo, es digno de notar que algunos de nuestros países han logrado en cierta forma romper con ese ensimismamiento, y han logrado hacerse notar más allá de los océanos que nos rodean, incluso estableciendo centros de investigación en Relaciones Internacionales, como son los casos de Brasil y Argentina, y estoy seguro que México y Chile también deben tenerlos (quien pueda y quiera facilitarme información en este campo, le agradecería profundamente si la deja en los comentarios). Fuera de eso, no es nuevo que existan proyectos de unificación latinoamericana, especialmente en el campo de construcción de ideas, que van desde el revisionismo hispanofílico hasta el indigenismo victimizante.

Ya aterrizándolo un poco más al campo de las ideas políticas, suele pasarse de largo que desde la independencia ha habido intentos imperiales desde este lado del continente (Nota Aclaratoria: aquí hago referencia a la definición hecha por Morgenthau sobre imperialismo). Para tal fin, es necesario observar cuál era el propósito de la Gran Colombia de Bolívar, y como según algunos de los enlaces referenciados, Argentina intentó infructuosamente contrapesar la influencia estadounidense. Aquí vale la pena referenciar el trabajo hecho por mi profesora y amiga cercana Catalina Jiménez, quien adelanta en estos instantes un estudio sobre la influencia del pensador cubano José Martí sobre la Revolución Cubana y los actuales países del ALBA, quienes le deben más a este mártir antillano que a Karl Marx (espero poder compartirles pronto este excelente estudio).

En ese orden de ideas, un colega mexicano me preguntó mientras escribo este artículo cuál país pensaba yo que tenía más chance de ser la potencia regional en Latinoamérica, ya que con el fin de la Guerra Fría se han visibilizado nuevos ascensos regionales. Aunque instintivamente respondí que Brasil, recordé que si bien este país ha logrado una buena proyección fuera del continente, aún no supera la desconfianza existente dentro de éste. Por el contrario, México parece más cercano, aún cuando sea de forma emocional, y hay que tener en cuenta que para una mentalidad ensimismada el que se hable el mismo idioma es fundamental, no obstante aún tiene que lidiar con los gringos encima. Aún así, ambos contendientes tienen que superar los mencionados ánimos de diferenciación, los cuales ni siquiera dejan que nos pongamos de acuerdo sobre qué es seguridad, aspecto que sigo convencido será el unificador de la región.

¿Y dónde queda Colombia en todo esto? Honestamente no la veo siquiera como potencia regional, no tanto por la ausencia de recursos sino por la mentalidad agorafóbica que manejamos acá. Considero que eventualmente las circunstancias nos llevarán a ser un actor gravitacional entre EEUU y la potencia regional, y tendremos que aprender a navegar en esa situación. Precisamente, la agenda activa en materia de política exterior del Presidente Santos parece querer llevarnos en ese sentido, aunque a veces sus acciones nos parecen confusas, y dicha mentalidad hace que en los corredores se le critiquen sus salidas del país. Y no es la primera vez que pasa con un presidente colombiano que quiere extender la influencia del país.

La razón por la que incluí los párrafos anteriores es para responder una pregunta que a lo mejor quedó latente: ¿cuál es el incentivo? Espero que ya la respuesta sea casi obvia, los politólogos internacionalistas locales (o los que aspiramos a serlo) tenemos mucha tela por cortar, y nuestra misma región lo que tiene son fenómenos que hemos dejado pasar de largo, y en los cuales vale la pena ahondar. Ahora bien, la directriz de este blog será la misma (hay que pensar en grande), pero claramente cambiará el enfoque como se ha mirado a Latinoamérica.

viernes, 30 de marzo de 2012

Cierto pivote


Región complicada esta la del Sudeste Asiático. Actualmente luego de las expansiones propias de las potencias regionales, la colonización por parte de los imperios europeos, y la guerra en Indochina (junto con la llegada de Rambo); vemos ahora como este pivote entre los océanos Pacífico e Índico hace lo más para adaptarse a las medidas imperantes en ésta, la Era del Relajo.

Tal es el caso de Myanmar… ¿o Burma?(en mis épocas colegiales lo conocía como Birmania), estado que ha estado bajo una dictadura militar desde 1962, y sus dos intentos de elecciones han sido desastrosos o en el mejor de los casos viciados. Un caso escandaloso ha sido el de la líder Aung San Suu Kyi, encarcelada por la junta militar luego de las elecciones de 1990, acreedora de un Nobel de Paz y de campañas promocionadas por Bono de U2 aspectos que hacen que mi interés por el caso se reduzca.

De todos modos, este tipo de casos no son del interés de este blog, lo que encuentro interesante es el resultado de las próximas elecciones en Myanmar este domingo 1° de abril. Elecciones que por cierto son confusas hasta para los mismos birmanos, y la mencionada líder ya acusa de presentar irregularidades. Como bien lo dice esta nota, los resultados de estas elecciones son claves para poder cumplir los estándares de democracia que exige el mundo occidental (así éstos sean de fachada), que se les levanten las restricciones y poder activar su economía.

Con los ojos del mundo puestos en ella, Myanmar de seguro le botará un hueso a Aung San Suu Kyi y le bajará al tono a su mano de hierro sobre su propia población. Más si se tiene en cuenta que las reformas del actual presidente, Thein Sein (quien fue puesto por la Junta en las elecciones de 2010), han sido del agrado de las potencias occidentales, y por lo tanto se espera un ascenso económico en Myanmar, de hecho, Thein Sein visitó el pasado 20 de marzo al Presidente Truong Tan Sang en Hanói, para estrechar los vínculos entre su país y Vietnam.

Pero, una vez más caemos en el embrujo de la economía y creemos que esa es la mayor motivación de poder. Como bien lo señala el último artículo referenciado, Myanmar busca cortar su dependencia con China y ampliar sus lazos, curiosamente, esto se da cuando está ad portas de asumir la dirigencia de la ASEAN en 2014. Fuera de eso, el que sea Vietnam el primer país del tour del Presidente Sein puede ser bastante diciente, baste recordar la debacle actual que existe por el Mar de China Meridional entre China y varios miembros de la ASEAN, en particular Vietnam, quien incluso durante la Guerra Fría se alió con los soviéticos para hacerle el quite al Reino del Medio.

Por su parte, es difícil saber qué piensa hacer China respecto a este giro de eventos, el cual parece están aprovechando varios de sus rivales para cercarla. Si tomamos como referente el mencionado asunto del Mar de China Meridional, vemos como la potencia amarilla se muestra tranquila y hasta complaciente con las exigencias propias de esta época, tanto así que ha decidido ratificar la Carta de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. No obstante, las intenciones de China nunca son tan directas ni tan inocentes como parecen, hay ciertos indicios de que esta aprobación de la Carta del Mar sea para poder aprovechar ciertos huecos legales, y proteger legalmente futuras acciones que avancen sus reclamos marítimos en la zona, usando las herramientas de Occidente en su contra. Por lo tanto, hay que mantener los ojos abiertos a las reacciones que pueda tener esta potencia frente a los cambios políticos en Myanmar.

En ese orden de ideas, si el eje de las Relaciones Internacionales se ha movido del Atlántico al Pacífico como muchos aseguran y varios aspectos parecen indicar, las elecciones de este domingo en Myanmar no son simplemente un asunto de política interna. Básicamente, lo que allá suceda definirá en cierta medida hacia donde gire el pivote del Sudeste Asiático.

domingo, 25 de marzo de 2012

La lucha por el ciberespacio

“When we had no computers, we had no programming problem either. When we had a few computers, we had a mild programming problem. Confronted with machines a million times as powerful, we are faced with a gigantic programming problem.”
-Edsger W. Dijkstra.

Muchas veces, tanto el arte que se considera “elevado” como lo que es llamado “cultura pop”, suele reflejar bien e incluso predecir las tendencias sociopolíticas que se dan en la sociedad. Y sacando a flote una vez más mi enorme lado nerd, voy a anotar como la ciencia ficción nos ha mostrado los posibles futuros escenarios de las contiendas entre los estados, o cualquier otro tipo de unidad política máxima. Recordemos que durante buena parte del siglo XX los escritos de Asimov, Clarke y otros miraron hacia el espacio exterior, algunos antes de darse la carrera espacial entre las dos superpotencias durante la Guerra Fría.

Pero hubo un cambio importante durante la década de 1980, curiosamente mientras Reagan cañaba con su tecnología “Star Wars”, al ciencia ficción veía un cambio de enfoque con Philip K. Dick, y sobre todo, con la obra cyberpunk de William Gibson, películas como “Tron”, y la aparición masiva de los videojuegos también movieron las mentes. Ya la mirada no estaba puesta en el espacio sino el ciberespacio, y la fascinación ahora estaba en saber que pasaba dentro de un computador, el control que estas máquinas pudiesen ejercer, y si era posible un mundo paralelo dentro de ellas.

Actualmente, con la amplia difusión del internet ya este tipo de ideas no parece tan descabellada, y dado lo inhóspito del espacio exterior, y la flexibilidad de los alcances del poder, cada vez es más factible la idea de una delimitación “territorial” del ciberespacio. De hecho, vengo haciéndole seguimiento desde hace más o menos un año a los intentos de potencias como Rusia y China de crear sus propias redes de internet, cosa que también buscan países árabes y el mismo Irán. Como mucha de la difusión de lo que se ha llamado “La Primavera Árabe” se ha dado por vía de las redes sociales, es imperativo para los gobiernos de estos países controlar la información que llega a sus habitantes, cosa en la que China ha avanzado bastante como es bien sabido, y Rusia ya empieza a enlistar a sus primeros ciberguerreros.

Pero esto no es algo que se limite a los regímenes híbridos o no-liberales. Por un lado la preocupación de la Casa Blanca por los ataques y espionajes recibidos a sus instalaciones cibernéticas por parte de los dos rivales mencionados, lo cual ya ha llevado a varios documentos sobre recomendaciones de seguridad informática. Por otro lado, baste recordar la conmoción que causó el paso por el Congreso Estadounidense de los proyectos de ley SOPA y PIPA que buscaban restringir el acceso y la descarga de cierta información, logrando evidenciar las contradicciones innatas del liberalismo democrático, al enfrentar el derecho a la información y el derecho a la propiedad.

Tal vez esté exagerando, pero estas prácticas me dan la impresión de ser una forma de delimitar territorio en algo que es de cierta forma etéreo e intangible. Pero como de todos modos hoy en día todo parece difuso, y se le declara la guerra a cosas tan espurias como el terrorismo, no se puede descartar entonces los grupos desestabilizadores cuya base de operaciones está en el ciberespacio, porque a Julian Assange ya lo persiguen en el mundo real, pero el colectivo Anonymous sigue haciendo honor a su nombre. En cuanto al potencial desestabilizador de este tipo de actores, basta con mirar este top 10 deataques cibernéticos recopilado por Foreign Policy.

Así que no creo que las máquinas desarrollen mente propia, o que logremos entrar físicamente a una red de computadores, pero estoy muy seguro que pronto necesitaremos una especie de pasaporte virtual para entrar a ciertas páginas web, y que los ciberataques se hagan cada vez más frecuentes. Es un reto tanto para los detentadores de poder, como para aquellos que los estudiamos, es ver los alcances, usos y limitaciones de este nuevo tipo de territorio. Y yo no sé ustedes, pero cada vez que me conecto a internet, me siento entrando a algo tipo Matrix


sábado, 24 de marzo de 2012

Ahoy!

Atenas vs. Esparta. A todos los que estudiamos Relaciones Internacionales nos ha tocado estudiar esta rivalidad histórica, así sea tan sólo una lectura del “Debate Meliano”, además de eso, es una rivalidad que se ha usado como analogía para intentar explicar todo tipo de bipolaridades, desde modelos de estado hasta ideologías. En este caso en particular, quisiera hacer referencia a la dualidad sobre el poderío militar, ya que incluso hoy en día persiste la discusión si es mejor el poderío naval (Atenas) o el poderío terrestre (Esparta).

Pero a decir verdad, desde el descubrimiento de América y el surgimiento del Reino Unido como potencia, gran énfasis se le ha puesto al poderío naval sobre el terrestre, y muestra de ello es que la mayor potencia en la actualidad es efectivamente una potencia naval. Por ese motivo, parte importante en la carrera por la inalcanzable hegemonía mundial es el tener una buena armada, y ya se ven sucesos como el Mar de China Meridional que recuerdan en cierta medida los enfrentamientos marítimos de hace algunos siglos, y curiosamente, todavía es clave controlar la ruta a las “Indias”.

Hoy en día dicha ruta parece estar infestada por piratas provenientes del Cuerno de África, principalmente de Somalia, un país que nos recuerda cómo funciona esto de la anarquía (principio rector del estudio de las RRII). Es por eso que la Unión Europea durante la reunión de sus ministros de defensa, ha aprobado la expansión de la Operación Atalanta, la operación militar contra los piratas del Cuerno. Parte fundamental de esta expansión es que se aprobó el ataque a objetivos terrestres como puertos de abastecimiento, barriles de combustible o camiones que prestan ayuda a los botes piratas que salen de África.

Por supuesto, ya existen algunas restricciones a esta expansión. Si bien se atacarán objetivos terrestres, no se dispondrá de fuerzas terrestres para cumplir estos objetivos, y por otra parte, como era de esperarse, la OTAN pone sobre la mesa el buscar formas que ayuden a estos países a que desarrollen sus capacidades para que ellos mismos enfrenten a los piratas (idealistas al fin y al cabo). Claro que la restricción mayor como siempre es más prosaica, y es ¿de dónde van a sacar el dinero para tal expansión? Como todos sabemos ya, la UE no se ha recuperado aún de la crisis griega, y falta ver si se aprueba el rescate en el Parlamento Alemán.

Una vez más sostengo que la UE no es más que Alemania logrando lo que no logró en dos guerras mundiales, ahora sumándole el hecho que Francia se le colincha para beneficiarse del proceso y contener a su eterno rival. No obstante, el motor de la entidad supranacional enfrenta en este instante fuertes retos para lograr no sólo solventar la crisis, sino también el mantener legítima su influencia en el Viejo Continente, ahora que se avecinan elecciones parlamentarias, y la austeridad se predica mejor fuera de las fronteras que adentro durante una campaña electoral.

De hecho, ya se argumenta que tanto rescate por parte de los teutones va a llevar a una modificación de su constitución política, la “Ley Básica”, al instaurar un gobierno económico para los países de la zona euro, y por lo tanto sometiendo su propia carta mayor a un ente superior. Y aquí es donde está el meollo del asunto, en realidad no hay crisis que pase desaprovechada, y menos en una mente como la alemana, la cual parece recordar las buenas lecciones de su pasado bismarckiano. Grecia ha sido la oportunidad para implantar un régimen económico en Europa hecho a su medida y a sus necesidades, mientras que los piratas africanos presentan la oportunidad para hacerle el quite de una forma un tanto elegante a las restricciones impuestas desde 1945.

Si seguimos toda la lógica de este asunto, vemos que aquí se están consolidando un control sobre los organismos administrativos y una fuerza armado, lo que viene siendo pura formación de estado de acuerdo con los preceptos de Max Weber. Aunque no creo que veamos el surgimiento de un nuevo estado tal y como lo conocemos hasta ahora (un mapamundi con una Alemania más grande), más bien al hacer una renuncia total o casi total de sus respectivas soberanías, veremos cómo se cristaliza la Unión Europea en un ente que desde hace tiempo le compite al estado en su posición de máxima unidad política: El Bloque.

(No se a ustedes, pero a mí en cierto modo me emociona como el biólogo que encuentra una nueva especie animal. Para mis colegas nerds, la única forma que se me ocurre por el momento para dar una aproximación de cómo sería este nuevo ente, se me ocurre el ejemplo de Ygrámul el Múltiple de la Historia Interminable, Horde de “Savage Dragon”, o los peces luna de “Buscando a Nemo”. Es decir, unas criaturas con una mente central que las lleva a conformar una criatura más grande y poderosa).

La gran apuesta está en la resolución de esta crisis económica, que de lograrse veremos mucho más que unos simples barquitos. Por consiguiente, me llama mucho también la atención el que su despliegue sea principalmente naval, reafirmando esta creencia que aquel que controla los mares controla al planeta, además que escondiéndolo bajo el manto de misiones legales y de manutención del orden, logren pasar por debajo de los radares de las potencias navales establecidas. Aún así, me queda pendiente otra inquietud que puede ser una talanquera en esta consolidación: la guerra la ganó Esparta.