sábado, 24 de marzo de 2012

Ahoy!

Atenas vs. Esparta. A todos los que estudiamos Relaciones Internacionales nos ha tocado estudiar esta rivalidad histórica, así sea tan sólo una lectura del “Debate Meliano”, además de eso, es una rivalidad que se ha usado como analogía para intentar explicar todo tipo de bipolaridades, desde modelos de estado hasta ideologías. En este caso en particular, quisiera hacer referencia a la dualidad sobre el poderío militar, ya que incluso hoy en día persiste la discusión si es mejor el poderío naval (Atenas) o el poderío terrestre (Esparta).

Pero a decir verdad, desde el descubrimiento de América y el surgimiento del Reino Unido como potencia, gran énfasis se le ha puesto al poderío naval sobre el terrestre, y muestra de ello es que la mayor potencia en la actualidad es efectivamente una potencia naval. Por ese motivo, parte importante en la carrera por la inalcanzable hegemonía mundial es el tener una buena armada, y ya se ven sucesos como el Mar de China Meridional que recuerdan en cierta medida los enfrentamientos marítimos de hace algunos siglos, y curiosamente, todavía es clave controlar la ruta a las “Indias”.

Hoy en día dicha ruta parece estar infestada por piratas provenientes del Cuerno de África, principalmente de Somalia, un país que nos recuerda cómo funciona esto de la anarquía (principio rector del estudio de las RRII). Es por eso que la Unión Europea durante la reunión de sus ministros de defensa, ha aprobado la expansión de la Operación Atalanta, la operación militar contra los piratas del Cuerno. Parte fundamental de esta expansión es que se aprobó el ataque a objetivos terrestres como puertos de abastecimiento, barriles de combustible o camiones que prestan ayuda a los botes piratas que salen de África.

Por supuesto, ya existen algunas restricciones a esta expansión. Si bien se atacarán objetivos terrestres, no se dispondrá de fuerzas terrestres para cumplir estos objetivos, y por otra parte, como era de esperarse, la OTAN pone sobre la mesa el buscar formas que ayuden a estos países a que desarrollen sus capacidades para que ellos mismos enfrenten a los piratas (idealistas al fin y al cabo). Claro que la restricción mayor como siempre es más prosaica, y es ¿de dónde van a sacar el dinero para tal expansión? Como todos sabemos ya, la UE no se ha recuperado aún de la crisis griega, y falta ver si se aprueba el rescate en el Parlamento Alemán.

Una vez más sostengo que la UE no es más que Alemania logrando lo que no logró en dos guerras mundiales, ahora sumándole el hecho que Francia se le colincha para beneficiarse del proceso y contener a su eterno rival. No obstante, el motor de la entidad supranacional enfrenta en este instante fuertes retos para lograr no sólo solventar la crisis, sino también el mantener legítima su influencia en el Viejo Continente, ahora que se avecinan elecciones parlamentarias, y la austeridad se predica mejor fuera de las fronteras que adentro durante una campaña electoral.

De hecho, ya se argumenta que tanto rescate por parte de los teutones va a llevar a una modificación de su constitución política, la “Ley Básica”, al instaurar un gobierno económico para los países de la zona euro, y por lo tanto sometiendo su propia carta mayor a un ente superior. Y aquí es donde está el meollo del asunto, en realidad no hay crisis que pase desaprovechada, y menos en una mente como la alemana, la cual parece recordar las buenas lecciones de su pasado bismarckiano. Grecia ha sido la oportunidad para implantar un régimen económico en Europa hecho a su medida y a sus necesidades, mientras que los piratas africanos presentan la oportunidad para hacerle el quite de una forma un tanto elegante a las restricciones impuestas desde 1945.

Si seguimos toda la lógica de este asunto, vemos que aquí se están consolidando un control sobre los organismos administrativos y una fuerza armado, lo que viene siendo pura formación de estado de acuerdo con los preceptos de Max Weber. Aunque no creo que veamos el surgimiento de un nuevo estado tal y como lo conocemos hasta ahora (un mapamundi con una Alemania más grande), más bien al hacer una renuncia total o casi total de sus respectivas soberanías, veremos cómo se cristaliza la Unión Europea en un ente que desde hace tiempo le compite al estado en su posición de máxima unidad política: El Bloque.

(No se a ustedes, pero a mí en cierto modo me emociona como el biólogo que encuentra una nueva especie animal. Para mis colegas nerds, la única forma que se me ocurre por el momento para dar una aproximación de cómo sería este nuevo ente, se me ocurre el ejemplo de Ygrámul el Múltiple de la Historia Interminable, Horde de “Savage Dragon”, o los peces luna de “Buscando a Nemo”. Es decir, unas criaturas con una mente central que las lleva a conformar una criatura más grande y poderosa).

La gran apuesta está en la resolución de esta crisis económica, que de lograrse veremos mucho más que unos simples barquitos. Por consiguiente, me llama mucho también la atención el que su despliegue sea principalmente naval, reafirmando esta creencia que aquel que controla los mares controla al planeta, además que escondiéndolo bajo el manto de misiones legales y de manutención del orden, logren pasar por debajo de los radares de las potencias navales establecidas. Aún así, me queda pendiente otra inquietud que puede ser una talanquera en esta consolidación: la guerra la ganó Esparta.

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